En la crianza de mis hijos uno de los pilares, aunque no el único es la manera en que nos alimentamos. Como todavía son pequeños, tienen nueve, seis y cuatro años, les hablo de los aportes que nos dan determinados alimentos a la energía, al crecimiento y a la fuerza, que ahora mismo quizás es lo que más les llama la atención. Para ello en las meriendas del cole solemos optar por fruta y como lo hacemos siempre, no es un tema de discusión. Ven que muchos de sus amigos llevan bocadillos, galletas, chocolate, pero con la fruta ellos saben que van a tener la energía suficiente para correr y divertirse durante el patio que viene después y también para continuar durante las actividades de la mañana. Es curioso que se sorprenden que en el cole los miércoles sea el día de la fruta, el día en que todos meriendan fruta. Para ellos ese día no es especial. A veces ellos mismos seleccionan las frutas que vamos a llevar, otras veces soy yo. A veces ocurre que no he podido ir a comprar a la frutería  y les pongo alguna Miterra, especialmente las de frutas porque al fin y al cabo es lo mismo que comen todos los días, solo que una barrita. Lo importante es que tienen interiorizado la importancia de comer fruta cada día.